Venimos del no tiempo, donde todo es.
Nuestro espiritu es atemporal
Al nacer el mismo, adquiere la estructura temporal
Dejamos de ser y hacer desde lo atemporal
Deseamos tener la verdadera, la que no tiene tiempo
la que es en si misma, la atemporal
La primera estructura temporal que encontramos es la placenta
luego el cuerpo, la estructura, de ahi que sea
tan fuerte la union con la madre.
El individuo busca constantemente la adaptacion
de lo atemporal por lo temporal aqui en la tierra.
Cuando esto sucede las estructuras temporales nos ahogan,
comienza la propia autodestruccion buscando la auto-liberacion.
La presencia de la energia trans-generacional inicia el
sufrimiento espiritual, inhibiendo sus atributos esenciales,
a traves de los campos de la conciencia,
tales como la intuicion y la inteligencia.
Dejamos de ser y hacer desde lo atemporal,
comenzamos a ser el otro.
¡¡No puedo ser yo, soy el otro!!
Los bloqueos energeticos geneticos,
limitan nuestros movimientos y funciones.
Nuestra conciencia se adecua al sufrimiento espiritual
dando lugar a las distintas asimetrias,
asi el hemicuerpo izquierdo
tendra distintos movimientos y funciones alteradas que el derecho.
Coordinamos en nombre de una conciencia genetica.
Los huesos temporales a traves del
psicodiagnostico osteopatico de la conciencia
acuden en su ayuda y podemos conocer el contenido
y los movimientos que realiza la energia trans-generacional
en los distintos campos.
Los huesos guardan celosamente el secreto genetico, sus movimientos son significantes, permiten que la energia vital divina se haga presente.
Gracias a ellos comenzamos a distinguir lo oculto, lo callado, lo transmitido geneticamente,en sintesis el secreto genetico, tornando la oscuridad en luz.
¿Por que es necesario que lo atemporal tenga que
estar dentro de una estructura genetica?
Para que el espiritu se libere y la materia
pueda espiritualizarce, esto es, salir de la esclavitud genetica.
Cuando la persona es libre el no tiempo se hace presente,
uno es uno con el UNO.
Gracias Dr Hector Cohan